Todavía queda algo de tiempo para el verano. ¿O quizás no tanto? Porque por mucho que, debido a la situación actual, sintamos que los días pasan lentos, y que el momento de volver a la vida normal (y, con ella, también de disfrutar de nuestras próximas vacaciones) no vaya a llegar nunca, el calendario avanza.
Después de la cuarentena, del confinamiento, de la dificultad y de la crisis, llegará el sol. La luz. El futuro.
Y la primavera dará paso al estío.
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¿Tú también sueñas con ese momento?
Tal vez, empezar a enterarte desde YA de cuáles serán las tendencias en bikinis y bañadores que llevarás cuando todo lo malo haya pasado te ayude a visualizarlo. Si lo visualizas, en la espera también habrá un punto de esperanza.
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Este año, el must tiene que ver con deshacerse de lo accesorio. Di adiós a los trajes de baño demasiado recargados, con adornos como volantes, aplicaciones, bordados o flecos. La temporada swimwear será más minimal y menos superflua.
Sobre todo, se llevarán los colores lisos, incluidos el blanco y el negro y los tonos neón, pero también habrá un lugar (pequeño, eso sí) para los estampados de rayas anchas y de flores u otros motivos vegetales en formato XXS.
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Detalles como los cortes cut-out, los escotes side boob o las siluetas high leg estarán muy presentes en la moda de baño que viene, así como las piezas que, tanto por su forma como por su concepto, recuerdan a las de décadas pasadas.
¿Quieres ver algunos ejemplos para inspirarte? Pues haz click en la galería de arriba.
